Letras frescas,
Besos secos
Miedo, sueño,
Frio, invierno
Vigilia, venganza
Torpe tardanza
Río que no llega
Mar que no embarca
Vida que sigue
Boca que calla
Dientes que muerden
Vientre que amarra
Víveme loca
Ven a mi encuentro
Brazos que esperan
Brisa y ungüento
Tedio fastidio
Lento suicidio
Días que no vuelven
Reza mi olvido
Ago. 08.
viernes, 29 de agosto de 2008
Breve cuento.
Esa tarde había recibido una llamada inesperada.
--¿ Irene?
-- Sí..- contestó ella automáticamente mientras endulzaba su mate con un poco de miel.
-- Habla Dominique, la mujer de Antón.
Vaya, la mujer de Antón, piensa. En estos momentos Irene evoca la palabra mujer. En este caso, sonaba tan fuerte… la mujer de Antón… no era cualquier mujer, era especial, era propiedad de Antón.
Irene permaneció callada. Intentaba invocar la imagen de esa mujer a quien había visto sólo un par de veces en su vida. Llevaba casi dos años saliendo con su marido y no era capaz siquiera de recordarla claramente.
--Verás, encontré tu teléfono en una de sus agendas; hace algunos meses había encontrado ya unos mensajes.
Irene tomó asiento y encendió un cigarrillo. Al parecer, la llamada no sería tan indiferente como creyó al principio.
--No hace falta que digas nada, no hablaré sobre tu relación con él.
-- No entiendo.. .- finalmente se atrevió a exhalar.. podría..
Pero la mujer del otro lado parecía tener ya un discurso preparado y antes de que Irene pudiese siquiera pensar en el final de su frase, prosiguió.
--Antón murió esta mañana.
Ella no pudo responder de nuevo. Le dio una calada a su cigarrillo y permaneció inmóvil.
-- Fue un infarto… continuó…
Irene colgó la bocina. En ese momento se dio cuenta de que no lo amaba. Que nunca lo había amado.
Apagó el cigarrillo y se dirigió a su cuarto. Se puso el abrigo negro que él le había regalado en navidad, se pintó la boca de rojo y tomó su paraguas. Debía alcanzar el autobús.
Mientras tanto, aún en su casa, la mujer de Antón había marcado ya otro número. Tras sonar tres veces contestó una voz de mujer.
-- Sara?
-- Si.
-- Habla Dominique, la mujer de Antón, encontré tu teléfono en una de sus agendas…
Irene alcanzó su autobús. Sara recibía una llamada inesperada.
--¿ Irene?
-- Sí..- contestó ella automáticamente mientras endulzaba su mate con un poco de miel.
-- Habla Dominique, la mujer de Antón.
Vaya, la mujer de Antón, piensa. En estos momentos Irene evoca la palabra mujer. En este caso, sonaba tan fuerte… la mujer de Antón… no era cualquier mujer, era especial, era propiedad de Antón.
Irene permaneció callada. Intentaba invocar la imagen de esa mujer a quien había visto sólo un par de veces en su vida. Llevaba casi dos años saliendo con su marido y no era capaz siquiera de recordarla claramente.
--Verás, encontré tu teléfono en una de sus agendas; hace algunos meses había encontrado ya unos mensajes.
Irene tomó asiento y encendió un cigarrillo. Al parecer, la llamada no sería tan indiferente como creyó al principio.
--No hace falta que digas nada, no hablaré sobre tu relación con él.
-- No entiendo.. .- finalmente se atrevió a exhalar.. podría..
Pero la mujer del otro lado parecía tener ya un discurso preparado y antes de que Irene pudiese siquiera pensar en el final de su frase, prosiguió.
--Antón murió esta mañana.
Ella no pudo responder de nuevo. Le dio una calada a su cigarrillo y permaneció inmóvil.
-- Fue un infarto… continuó…
Irene colgó la bocina. En ese momento se dio cuenta de que no lo amaba. Que nunca lo había amado.
Apagó el cigarrillo y se dirigió a su cuarto. Se puso el abrigo negro que él le había regalado en navidad, se pintó la boca de rojo y tomó su paraguas. Debía alcanzar el autobús.
Mientras tanto, aún en su casa, la mujer de Antón había marcado ya otro número. Tras sonar tres veces contestó una voz de mujer.
-- Sara?
-- Si.
-- Habla Dominique, la mujer de Antón, encontré tu teléfono en una de sus agendas…
Irene alcanzó su autobús. Sara recibía una llamada inesperada.
Sobre las mujeres...
Sobre las mujeres.
(Con cariño al Compadre)
A las mujeres, te digo, hay que tratarlas con cuidado. Cuando chillan, hay que cortarles de un tajo el llanto, porque luego con el tiempo sus cuerpos, se van humedeciendo y así como a las paredes, se les van haciendo hoyos, hasta volverse huecos de tristeza, lo mismo le pasa al corazón y desde antes de que se las lleve la parca, ya también se les gastó el alma. Las mujeres no aguantan nada…
Dicen que un amor les roba la vida y luego ahí se quedan, solitas. Y no digo que no sea culpa de nosotros, los machos. Acá luego estamos maleducados. Si yo he visto luego cómo mis compadres tratan a sus mujeres. Y luego, pues el vicio es el vicio y entonces uno no puede decirle que no a una mujer bonita. Así se hicieron las reglas. Y luego peor si todas están re chulas. Ahí sí ya valimos madres. Lo que nos pidan les damos primita. Y te digo que siempre volvemos al vicio y a las cantinas. Ya vistes cómo somos?
Así; débiles y luego nos andamos quejando de que ellas chillen. Si a luego, nosotros también chillamos pues y él que diga que no, es un mentiroso. Y luego ves a toditos en la cantina. Yo por eso ni vieja tengo primita, me quedo nomás con la cantina que nunca me abandona. Y a ellas, cuando quiero las busco y si no, pues no las busco. (risas)
¡Que no me esté interrumpiendo primita!, ¡ya ve! si no me deja hablar. Así no se puede primita. ¿Me va a escuchar o no? Conste eh. No se chivié primita… que ya sabe de qué le estoy hablando y yo se que le interesa (risas). ¿Verdad que sí primita? Si le digo que yo también tengo mis historias.
El problema con las mujeres, primita, es que no hay forma pues, de saber si sus llantos son de a de veras, tampoco si sus besos o sus risas. Si son re buenas actrices, verda que sí primita. Írela como se ríe. Si sé que también lo sabe. Si le andaba yo diciendo que también tengo mis historias de amores. Hasta una sueca tuve, y una inglesa que estaba bien loca (risas), Nomás quería fumar y fumar y fumar. Luego quería que yo le consiguiera chamico pero yo ya no quise. Esa hierba los deja locos y pa que quiero cargar más locos en mi conciencia.
No me esté interrumpiendo, que bien sabe que lo que le digo es la verdad. Hay las que nacen malas como la víbora del monte y así se quedan pa siempre. Venenosas.
Nombre, no se las deseo a nadie primita. Miré como me dejó a mí una así, seco, sin alma y sin ella. ¿Ya conoció una?
¿Ya vio cómo me interrumpe? Oh, pues que no me esté gritando. (risas).
Cómo la quiero primita.
Le estaba yo diciendo, que igual que todas las hembras que uno nunca sabe si andan mintiendo, imagínese además a las malas, las víboras; te roban el alma de a poquito con los ojos. Por eso uno no debe enamorarse de una mujer de ojos bonitos. Mientras más lindos sean, más malo puede ser el veneno.
Pero no se me chivié primita, que usté tiene ojos re lindos (risas) . Que no, que no le estoy diciendo que sea mala. Todavía no le hablé de las poquitas que se salvaron que no se encuentran fácil.
Salud comadre.
(Con cariño al Compadre)
A las mujeres, te digo, hay que tratarlas con cuidado. Cuando chillan, hay que cortarles de un tajo el llanto, porque luego con el tiempo sus cuerpos, se van humedeciendo y así como a las paredes, se les van haciendo hoyos, hasta volverse huecos de tristeza, lo mismo le pasa al corazón y desde antes de que se las lleve la parca, ya también se les gastó el alma. Las mujeres no aguantan nada…
Dicen que un amor les roba la vida y luego ahí se quedan, solitas. Y no digo que no sea culpa de nosotros, los machos. Acá luego estamos maleducados. Si yo he visto luego cómo mis compadres tratan a sus mujeres. Y luego, pues el vicio es el vicio y entonces uno no puede decirle que no a una mujer bonita. Así se hicieron las reglas. Y luego peor si todas están re chulas. Ahí sí ya valimos madres. Lo que nos pidan les damos primita. Y te digo que siempre volvemos al vicio y a las cantinas. Ya vistes cómo somos?
Así; débiles y luego nos andamos quejando de que ellas chillen. Si a luego, nosotros también chillamos pues y él que diga que no, es un mentiroso. Y luego ves a toditos en la cantina. Yo por eso ni vieja tengo primita, me quedo nomás con la cantina que nunca me abandona. Y a ellas, cuando quiero las busco y si no, pues no las busco. (risas)
¡Que no me esté interrumpiendo primita!, ¡ya ve! si no me deja hablar. Así no se puede primita. ¿Me va a escuchar o no? Conste eh. No se chivié primita… que ya sabe de qué le estoy hablando y yo se que le interesa (risas). ¿Verdad que sí primita? Si le digo que yo también tengo mis historias.
El problema con las mujeres, primita, es que no hay forma pues, de saber si sus llantos son de a de veras, tampoco si sus besos o sus risas. Si son re buenas actrices, verda que sí primita. Írela como se ríe. Si sé que también lo sabe. Si le andaba yo diciendo que también tengo mis historias de amores. Hasta una sueca tuve, y una inglesa que estaba bien loca (risas), Nomás quería fumar y fumar y fumar. Luego quería que yo le consiguiera chamico pero yo ya no quise. Esa hierba los deja locos y pa que quiero cargar más locos en mi conciencia.
No me esté interrumpiendo, que bien sabe que lo que le digo es la verdad. Hay las que nacen malas como la víbora del monte y así se quedan pa siempre. Venenosas.
Nombre, no se las deseo a nadie primita. Miré como me dejó a mí una así, seco, sin alma y sin ella. ¿Ya conoció una?
¿Ya vio cómo me interrumpe? Oh, pues que no me esté gritando. (risas).
Cómo la quiero primita.
Le estaba yo diciendo, que igual que todas las hembras que uno nunca sabe si andan mintiendo, imagínese además a las malas, las víboras; te roban el alma de a poquito con los ojos. Por eso uno no debe enamorarse de una mujer de ojos bonitos. Mientras más lindos sean, más malo puede ser el veneno.
Pero no se me chivié primita, que usté tiene ojos re lindos (risas) . Que no, que no le estoy diciendo que sea mala. Todavía no le hablé de las poquitas que se salvaron que no se encuentran fácil.
Salud comadre.
Tarumbo III
Tarumbo III
Se te está yendo el tiempo para quererme…
Se te va entre mis manos que te buscan menos,
En tus ojos que me llaman más.
Se te va en tu vida que te aleja y la mía que sigue,
con los besos que no me das y los que no me diste.
Te digo, Tarumbo, que se te están yendo mis manos…
Se te está yendo mi vida, mi boca, mis dedos.
Se te van con los vientos que no me cubres,
Y por las noches que no me robas.
Se te están yendo mis dudas, mis rezos…
Ya casi se te fueron te digo;
Se te van mis sueños y te pierdes de mis noches.
Te pierdes de mi risa, cariño,
te lo digo y no me buscas.
Se te va y tú pensando…
Se te está yendo y tú estás triste,
También yo estoy triste Tarumbo.
No quería robarte mis besos sin dártelos,
Ni perder tu abrazo que aún no llega
Ya se nos fue la vida nuestra, Tarumbo,
te lo digo a diario con los ojos y no haces caso.
Diciembre 2007.
Se te está yendo el tiempo para quererme…
Se te va entre mis manos que te buscan menos,
En tus ojos que me llaman más.
Se te va en tu vida que te aleja y la mía que sigue,
con los besos que no me das y los que no me diste.
Te digo, Tarumbo, que se te están yendo mis manos…
Se te está yendo mi vida, mi boca, mis dedos.
Se te van con los vientos que no me cubres,
Y por las noches que no me robas.
Se te están yendo mis dudas, mis rezos…
Ya casi se te fueron te digo;
Se te van mis sueños y te pierdes de mis noches.
Te pierdes de mi risa, cariño,
te lo digo y no me buscas.
Se te va y tú pensando…
Se te está yendo y tú estás triste,
También yo estoy triste Tarumbo.
No quería robarte mis besos sin dártelos,
Ni perder tu abrazo que aún no llega
Ya se nos fue la vida nuestra, Tarumbo,
te lo digo a diario con los ojos y no haces caso.
Diciembre 2007.
Virgen de Ceiva
Virgen de Ceiva.
Mujer maya, mujer bella,
Que en su selva amor guarda
Y luego calla porque pena
Mujer maya, mestiza sirena
Que en su vientre carga vida
Y su frente el sol mayuga.
Mujer india; india olvidada
Que en ciudades es fantasma
Y en conciencias pesadillas
Mujer morena, musa azteca
Ángel de ojos chinos
Que lucha y no se seca.
Mujer de maíz, niña dormida
Que en su haber guarda recetas
De los sabios que se olvidan.
Mujer fuerte, ch´up[1] de fierro
Que carga naranjas y niños
Que cura a hombres y ciegos
Mujer muda, muda madre
Que nadie escucha atento
Y en silencio a todos oye.
Mujer na´, na´[2] de todos
Madre amorosa y paciente
Hija del cielo y la tierra
Mujer sumisa, india de oro
De manos recias y amorosas
Llenas de caricias y vacías de todo.
Ch´up de piedra, caliza lisa
Mujer no rota, mujer abierta
Madre de ayer que hoy despierta.
Suhuy[3] de obsidiana
Virgen de ceiva
Que no niega fruto de su selva.
Madre que calla, amor que sufre,
Penas que carga al monte
Que en su sabiduría consume .
Mujer de tierra, calor azabache
Que el gobierno borra,
Y que su pueblo ignora.
Na´ de vida, na´ callada
En cuyos pies descalzos
Se arrepienten miradas.
Mujer maya, diva armada
Que en tu ayer guardas flores
Y en tu rebozo aún esperanza.
[1] Del maya mujer. También ko´olelm y ba´al
[2] Del maya madre.
[3] Del maya virgen.
Mujer maya, mujer bella,
Que en su selva amor guarda
Y luego calla porque pena
Mujer maya, mestiza sirena
Que en su vientre carga vida
Y su frente el sol mayuga.
Mujer india; india olvidada
Que en ciudades es fantasma
Y en conciencias pesadillas
Mujer morena, musa azteca
Ángel de ojos chinos
Que lucha y no se seca.
Mujer de maíz, niña dormida
Que en su haber guarda recetas
De los sabios que se olvidan.
Mujer fuerte, ch´up[1] de fierro
Que carga naranjas y niños
Que cura a hombres y ciegos
Mujer muda, muda madre
Que nadie escucha atento
Y en silencio a todos oye.
Mujer na´, na´[2] de todos
Madre amorosa y paciente
Hija del cielo y la tierra
Mujer sumisa, india de oro
De manos recias y amorosas
Llenas de caricias y vacías de todo.
Ch´up de piedra, caliza lisa
Mujer no rota, mujer abierta
Madre de ayer que hoy despierta.
Suhuy[3] de obsidiana
Virgen de ceiva
Que no niega fruto de su selva.
Madre que calla, amor que sufre,
Penas que carga al monte
Que en su sabiduría consume .
Mujer de tierra, calor azabache
Que el gobierno borra,
Y que su pueblo ignora.
Na´ de vida, na´ callada
En cuyos pies descalzos
Se arrepienten miradas.
Mujer maya, diva armada
Que en tu ayer guardas flores
Y en tu rebozo aún esperanza.
[1] Del maya mujer. También ko´olelm y ba´al
[2] Del maya madre.
[3] Del maya virgen.
Me gustas
Me gustas porque sonríes tímido cuando me miras.
Porque miras como más nadie lo hace.
Miras con todita tu cara, tu sonrisa y tus manos.
Miras como un niño sin miedo…
Me gustas porque tu boca,
de a lejos y en secreto
Me dice que quiere besarme.
Me gustas todo, con tu silencio y tu vida,
Con tu llegada y tu partida.
Me gustas como nadie más lo hace.
Me desvelas por las noches
y te busco en las mañanas.
Y luego ya no quiero buscarte
Por si te busco y me gustas más.
Me gustas cuando despiertas y cuando duermes,
Aunque aún no te haya visto nunca.
Aunque aún sueñe que me sueñas
E insistas en soñarme.
Me gustas cuando piensas,
Porque imagino a tu cabeza buscándome
Y en la mía al rato nos encontramos.
Me gustas porque eres complejo y transparente.
Porque tu voz, a mí me vuelve transparente.
Me gustas porque mis ojos, sin hacerme caso,
Se pierden en tu todo y por ratos
Ya no salen.
Me gustas de tan distinto…
Porque cuando nos encontramos,
No bajas la cabeza ni las pestañas.
Porque cuando llegas,
Algunos días yo tiemblo todita
Y luego escribo versos de enamorados.
Me gustas porque eres bueno.
Porque tu boca llena de deseo me respeta,
Me seduce y me arrulla.
Porque tu voz de a poquito se me ha hecho vicio.
Me gustas por tu calma que me da paz,
Y lo que no te conozco que me inquieta.
Me gustas porque te inquieto y te quedas quieto,
Así como ausente, y luego de nuevo,
que me piensas, pienso.
Me gustas porque luego no dices nada
Y por ratos me dices todo.
Porque todo lo crees y yo te creo todo.
Así me gustas, nada más.
Sin tenerte y sin tocarte.
Sin que sepas tú que yo te escribo
Y sin saber aún que yo te amo.
2007
Porque miras como más nadie lo hace.
Miras con todita tu cara, tu sonrisa y tus manos.
Miras como un niño sin miedo…
Me gustas porque tu boca,
de a lejos y en secreto
Me dice que quiere besarme.
Me gustas todo, con tu silencio y tu vida,
Con tu llegada y tu partida.
Me gustas como nadie más lo hace.
Me desvelas por las noches
y te busco en las mañanas.
Y luego ya no quiero buscarte
Por si te busco y me gustas más.
Me gustas cuando despiertas y cuando duermes,
Aunque aún no te haya visto nunca.
Aunque aún sueñe que me sueñas
E insistas en soñarme.
Me gustas cuando piensas,
Porque imagino a tu cabeza buscándome
Y en la mía al rato nos encontramos.
Me gustas porque eres complejo y transparente.
Porque tu voz, a mí me vuelve transparente.
Me gustas porque mis ojos, sin hacerme caso,
Se pierden en tu todo y por ratos
Ya no salen.
Me gustas de tan distinto…
Porque cuando nos encontramos,
No bajas la cabeza ni las pestañas.
Porque cuando llegas,
Algunos días yo tiemblo todita
Y luego escribo versos de enamorados.
Me gustas porque eres bueno.
Porque tu boca llena de deseo me respeta,
Me seduce y me arrulla.
Porque tu voz de a poquito se me ha hecho vicio.
Me gustas por tu calma que me da paz,
Y lo que no te conozco que me inquieta.
Me gustas porque te inquieto y te quedas quieto,
Así como ausente, y luego de nuevo,
que me piensas, pienso.
Me gustas porque luego no dices nada
Y por ratos me dices todo.
Porque todo lo crees y yo te creo todo.
Así me gustas, nada más.
Sin tenerte y sin tocarte.
Sin que sepas tú que yo te escribo
Y sin saber aún que yo te amo.
2007
martes, 26 de agosto de 2008
Al amante.
Ámame sólo de repente y por pedazos. No siempre. No me acostumbres a tus noches ni a tus brazos ni a tus días.
Ámame sin amarme de a de veras. Sin pedirme que sea tuya ni que te hable de mi vida.
Ámame de vez en cuando, para que yo no me canse de ti, y tú de mis labios tampoco.
Ámame sin celos ni charlas serias, ni gritos ni despedidas. Sin que me dejes ni que me vaya.
Ámame aún, las noches que estoy en otros brazos –porque igual, a veces soy tuya, igual muchas noches te amo-
Ámame tú en los otros brazos y cuando te pierdas en el recuerdo de otras mujeres. En las que sí amaste – porque alguna vez, yo también lo hice, yo también me acuerdo-.
Ámame en mi desorden, que no pienso ordenarme, ordenarte, ni que me ordenes.
Ámame sin celos que son malos. Que, al menos en esta casa, no sirven para nada.
Ámame libre. Sin preguntarme por mis noches, compañías ni soledades.
Ámame sin censura. En las noches de copas y lunas llenas. En los días de sol o en los de lluvia.
Ámame igual que quisiste a esa amante que no te importaba. Sin lágrimas ni malos ratos ni demonios.
Diciembre 2007.
Ámame sin amarme de a de veras. Sin pedirme que sea tuya ni que te hable de mi vida.
Ámame de vez en cuando, para que yo no me canse de ti, y tú de mis labios tampoco.
Ámame sin celos ni charlas serias, ni gritos ni despedidas. Sin que me dejes ni que me vaya.
Ámame aún, las noches que estoy en otros brazos –porque igual, a veces soy tuya, igual muchas noches te amo-
Ámame tú en los otros brazos y cuando te pierdas en el recuerdo de otras mujeres. En las que sí amaste – porque alguna vez, yo también lo hice, yo también me acuerdo-.
Ámame en mi desorden, que no pienso ordenarme, ordenarte, ni que me ordenes.
Ámame sin celos que son malos. Que, al menos en esta casa, no sirven para nada.
Ámame libre. Sin preguntarme por mis noches, compañías ni soledades.
Ámame sin censura. En las noches de copas y lunas llenas. En los días de sol o en los de lluvia.
Ámame igual que quisiste a esa amante que no te importaba. Sin lágrimas ni malos ratos ni demonios.
Diciembre 2007.
Allá en el norte
Allá en el norte. (…y en el sur.)
E. Remolina.
Amárrale los ojos pa´ que no sienta
Ciérrale la boca pa´ que no vea
Desátale el alma pa´ que no muera
Córtale el aire, la prisa, la vida
Arráncale el pelo y manca su risa
Que allá en el norte todo se olvida.
Conviértela en aire antes que tema
Saca sus dientes pa´ que no muerda
Que la conciencia arde y la noche pena.
Siente sus huesos como se truenan
Corta sus alas y atrapa su pena
Que si ella vuelve te envenena.
Guarda su cuerpo, viste su alma
Llévala lejos, gasta su calma
Que allá en el norte todo pasa.
*Seleccionado para el libro La Mujer Rota que se presentará en la Feria del Libro de Guadalajara 2008.
E. Remolina.
Amárrale los ojos pa´ que no sienta
Ciérrale la boca pa´ que no vea
Desátale el alma pa´ que no muera
Córtale el aire, la prisa, la vida
Arráncale el pelo y manca su risa
Que allá en el norte todo se olvida.
Conviértela en aire antes que tema
Saca sus dientes pa´ que no muerda
Que la conciencia arde y la noche pena.
Siente sus huesos como se truenan
Corta sus alas y atrapa su pena
Que si ella vuelve te envenena.
Guarda su cuerpo, viste su alma
Llévala lejos, gasta su calma
Que allá en el norte todo pasa.
*Seleccionado para el libro La Mujer Rota que se presentará en la Feria del Libro de Guadalajara 2008.
To love: in English.
Take my hands, my head, my pain.
My dreams, my eyes, my soul,
my notes, my thoughts my rain.
My time, my rest, my whole.
Breath my breath bite my lips,
Say my name, make me stay
Touch my skin, make me scream
Come my way every day.
Play that song, kiss me long
Break my past, make it last
Take my soul use your tongue
Sing my wrongs, make me strong.
Bring your smile, I´ll be fine
Every night, since you are mine.
Dance that moon, use my toes
Bless my love, take me whole
07. Julio. 08 Holbox.
Let´s talk about sex not love,
About your hands melting my skin,
and bout my lips licking your hands
Let´s talk about the dirty things we don´t say
About passion, bout dessire
Let´s again be one and remain nothing
Breathing, laughing touching
Take me in and out,
Break me, taste me, feel me, fill me,
Crawl my legs, suck my spine
Then be mine,
lost in lust make me cry.
June 2008.
To possession, to passion, to love.
To desire, to belonging, to home.
To time & space. To you.
To your parents, your exes ; to your life.
To the nights before us,
to those we never had.
To the ocean of my dreams,
to the reason of my life.
To your hands working between my legs;
to my lips getting closer to your mouth.
To your words that reach my soul
To my skin that breaths your touch
To madness, to sadness, to fear.
To trust, to expectation, to tears
To the island of my dreams.
To the love that made me live
To the man that stole my fearTo the sun that brought me here.
July 2008.
My dreams, my eyes, my soul,
my notes, my thoughts my rain.
My time, my rest, my whole.
Breath my breath bite my lips,
Say my name, make me stay
Touch my skin, make me scream
Come my way every day.
Play that song, kiss me long
Break my past, make it last
Take my soul use your tongue
Sing my wrongs, make me strong.
Bring your smile, I´ll be fine
Every night, since you are mine.
Dance that moon, use my toes
Bless my love, take me whole
07. Julio. 08 Holbox.
Let´s talk about sex not love,
About your hands melting my skin,
and bout my lips licking your hands
Let´s talk about the dirty things we don´t say
About passion, bout dessire
Let´s again be one and remain nothing
Breathing, laughing touching
Take me in and out,
Break me, taste me, feel me, fill me,
Crawl my legs, suck my spine
Then be mine,
lost in lust make me cry.
June 2008.
To possession, to passion, to love.
To desire, to belonging, to home.
To time & space. To you.
To your parents, your exes ; to your life.
To the nights before us,
to those we never had.
To the ocean of my dreams,
to the reason of my life.
To your hands working between my legs;
to my lips getting closer to your mouth.
To your words that reach my soul
To my skin that breaths your touch
To madness, to sadness, to fear.
To trust, to expectation, to tears
To the island of my dreams.
To the love that made me live
To the man that stole my fearTo the sun that brought me here.
July 2008.
BREVES
Y sí un día, al despertar nos damos cuenta que todo duró nada o que nada duró siempre; habremos aprendido algo...
Marzo 2008.
No sabemos estar solos. No estamos entrenados para hacerlo. Rara vez vivimos solos. Rara estamos solos. Evitamos charlar con nosotros mismos; preferimos incluso escuchar a otros menos listos o más malos-.
No aguantamos nada; apenas un año y ya nos anda estorbando la soledad.
Y luego es cuando buscamos entre las bocas sin hallar consuelo ni perdón.
No sabemos ser pacientes. Necesitamos alguien que nos confirme y que nos crea. Porque así nos crecieron, porque así vimos crecer a nuestra gente y no nos culpo...
Por cierto, ¿ te dije que te quiero…? Te dije que en mi soledad te espero?
Dic 2007.
Hay días que aún vuelves a mi mente…
y no sé cómo lo haces, cómo es que subsistes.
Cómo que al final siempre te quiero sin querer quererte
y por la madrugada te odio sin lograrlo.
Y luego me duele la cabeza y me dueles tú.
Y me duele también él y me molesta el otro.
De pronto me duelen todos al mismo tiempo.
¿Porqué será eso de que los amores, en las noches más miserables siempre vuelven?
19 de diciembre 2007.
Te invito un trago que sepa seco, que sea aguardiente, que sea veneno.
Te miro un rato tan de repente, pareces necia, aún indecente
Te respiro ayer, te veo de momento y te olvido mañana;
Te observo delgada, triste y rota sin esas alas.
¿Quién dijo sabrías usarlas? ¿Quién supo de tu desgracia?
Loca, manca y desalada. ¿Quién te viera en su nostalgia?
¿Quién te amara más que esta terca que escribe en su ventana?
Agosto 08.
Marzo 2008.
No sabemos estar solos. No estamos entrenados para hacerlo. Rara vez vivimos solos. Rara estamos solos. Evitamos charlar con nosotros mismos; preferimos incluso escuchar a otros menos listos o más malos-.
No aguantamos nada; apenas un año y ya nos anda estorbando la soledad.
Y luego es cuando buscamos entre las bocas sin hallar consuelo ni perdón.
No sabemos ser pacientes. Necesitamos alguien que nos confirme y que nos crea. Porque así nos crecieron, porque así vimos crecer a nuestra gente y no nos culpo...
Por cierto, ¿ te dije que te quiero…? Te dije que en mi soledad te espero?
Dic 2007.
Hay días que aún vuelves a mi mente…
y no sé cómo lo haces, cómo es que subsistes.
Cómo que al final siempre te quiero sin querer quererte
y por la madrugada te odio sin lograrlo.
Y luego me duele la cabeza y me dueles tú.
Y me duele también él y me molesta el otro.
De pronto me duelen todos al mismo tiempo.
¿Porqué será eso de que los amores, en las noches más miserables siempre vuelven?
19 de diciembre 2007.
Te invito un trago que sepa seco, que sea aguardiente, que sea veneno.
Te miro un rato tan de repente, pareces necia, aún indecente
Te respiro ayer, te veo de momento y te olvido mañana;
Te observo delgada, triste y rota sin esas alas.
¿Quién dijo sabrías usarlas? ¿Quién supo de tu desgracia?
Loca, manca y desalada. ¿Quién te viera en su nostalgia?
¿Quién te amara más que esta terca que escribe en su ventana?
Agosto 08.
A las monjas sin hábito que nos criaron
A los ojos sin llanto que nunca fuimos
A la ciudad que duerme en su delirio
Al Dios que no existe, al Dios inhumano
Al padre que sueña que su hija es virgen
A la mujer sola que a ratos finge
A la libertad perdida, la que buscamos
Al sueño bebido, al duelo encontrado
A tí, a tu risa y a mi rezo que no ofrezco
A las niñas que no duermen de noche
A los niños que no juegan de día
A la madre cuya sopa se enfría
Al pobre que se sacia con besos
Al rico arrepentido y preso
Al solo que espera
Al loco que ríe
Al preso que sueña
Al tiempo que pasa
Y al diario que sigue.
A los ojos sin llanto que nunca fuimos
A la ciudad que duerme en su delirio
Al Dios que no existe, al Dios inhumano
Al padre que sueña que su hija es virgen
A la mujer sola que a ratos finge
A la libertad perdida, la que buscamos
Al sueño bebido, al duelo encontrado
A tí, a tu risa y a mi rezo que no ofrezco
A las niñas que no duermen de noche
A los niños que no juegan de día
A la madre cuya sopa se enfría
Al pobre que se sacia con besos
Al rico arrepentido y preso
Al solo que espera
Al loco que ríe
Al preso que sueña
Al tiempo que pasa
Y al diario que sigue.
Dame ganas amor para quererte
Dame vida que no se gaste
Sueños que no despierten
Dame amor, cielo donde buscarte
Un suelo para tocarte
Un beso con que robarte
Dame vida que sea contigo
Risa sin prisa que nos mantenga
Y un mañana que no se canse
Dame silencio amor para escucharte
Voz con la cual calmarte
Y labios para sanarte.
Mariela Coral. Agosto2008.
Dame vida que no se gaste
Sueños que no despierten
Dame amor, cielo donde buscarte
Un suelo para tocarte
Un beso con que robarte
Dame vida que sea contigo
Risa sin prisa que nos mantenga
Y un mañana que no se canse
Dame silencio amor para escucharte
Voz con la cual calmarte
Y labios para sanarte.
Mariela Coral. Agosto2008.
Yo en cambio, nunca quise ser poeta.
Porque el poeta a veces piensa saberlo todo.
Haberlo vivido todo.
Cada beso, cada noche, cada soledad, cada insomnio...
Dicen, los que saben de ser poeta,
que todos se han vuelto locos,
algunos se rinden a la locura
-luego los llaman excéntricos, solos, tristes o necios-
Otros mueren venciéndola.
(Dime que me quieres aún amor mio, aún con carne, demencia y letras...)
Yo en cambio, le temí siempre a la locura
y nunca quise ser poeta.
Dicen algunos estudiosos del arte de las letras
que es eterno como el amor que no existe
e ingrato como el desierto que te desviste
Y allí desnudo, uno descubre que no sabía nada,
que no había vivido nada.
Y que aún cada madre amaba más que él
Y aún cada herida dolía más que las suyas.
Cada verso era más claro si le era ajeno
Y cada noche tenía parada por el infierno
-Pensar en gentes que no existen, decir lo que otros tienen miedo-.
Desarmar sus huesos,
desprenderse el cuerpo
Dejar abierta la puerta
Y serle fiel al cielo.
Y al final todos se quedan solos,
víctimas de sus propios cuentos
No es fácil vivir lejos del suelo
Más cerca de la luna y del deseo.
Haberlo vivido todo.
Cada beso, cada noche, cada soledad, cada insomnio...
Dicen, los que saben de ser poeta,
que todos se han vuelto locos,
algunos se rinden a la locura
-luego los llaman excéntricos, solos, tristes o necios-
Otros mueren venciéndola.
(Dime que me quieres aún amor mio, aún con carne, demencia y letras...)
Yo en cambio, le temí siempre a la locura
y nunca quise ser poeta.
Dicen algunos estudiosos del arte de las letras
que es eterno como el amor que no existe
e ingrato como el desierto que te desviste
Y allí desnudo, uno descubre que no sabía nada,
que no había vivido nada.
Y que aún cada madre amaba más que él
Y aún cada herida dolía más que las suyas.
Cada verso era más claro si le era ajeno
Y cada noche tenía parada por el infierno
-Pensar en gentes que no existen, decir lo que otros tienen miedo-.
Desarmar sus huesos,
desprenderse el cuerpo
Dejar abierta la puerta
Y serle fiel al cielo.
Y al final todos se quedan solos,
víctimas de sus propios cuentos
No es fácil vivir lejos del suelo
Más cerca de la luna y del deseo.
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