Porque el poeta a veces piensa saberlo todo.
Haberlo vivido todo.
Cada beso, cada noche, cada soledad, cada insomnio...
Dicen, los que saben de ser poeta,
que todos se han vuelto locos,
algunos se rinden a la locura
-luego los llaman excéntricos, solos, tristes o necios-
Otros mueren venciéndola.
(Dime que me quieres aún amor mio, aún con carne, demencia y letras...)
Yo en cambio, le temí siempre a la locura
y nunca quise ser poeta.
Dicen algunos estudiosos del arte de las letras
que es eterno como el amor que no existe
e ingrato como el desierto que te desviste
Y allí desnudo, uno descubre que no sabía nada,
que no había vivido nada.
Y que aún cada madre amaba más que él
Y aún cada herida dolía más que las suyas.
Cada verso era más claro si le era ajeno
Y cada noche tenía parada por el infierno
-Pensar en gentes que no existen, decir lo que otros tienen miedo-.
Desarmar sus huesos,
desprenderse el cuerpo
Dejar abierta la puerta
Y serle fiel al cielo.
Y al final todos se quedan solos,
víctimas de sus propios cuentos
No es fácil vivir lejos del suelo
Más cerca de la luna y del deseo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Very proud of my friend and my favorite artist.
Happy you found love to keep your healthy insanity.
Love U, Miss U
Publicar un comentario