La niña calla
El niño grita
La madre llora
El padre mira
La casa arde
El perro huye
La brisa corre
La risa teme
El suelo tiembla
El cielo pierde
El mar no llega
El bien no vuelve
La niña huye
El padre llora
La madre mira
El niño implora
El perro vuelve
Hecho cenizas
La noche cubre
Sueños con risas.
skip to main |
skip to sidebar
Lachine, Montreal. foto E.Remolina
Porque el poeta a veces piensa saberlo todo. Haberlo vivido todo. Cada beso, cada noche, cada soledad, cada insomnio. Dicen, los que saben de ser poeta, que todos se han vuelto locos, algunos se rinden a la locura -luego los llaman excéntricos, solos, tristes o necios- Y otros mueren intentando vencerla. (Dime que me quieres aún, amor mio; aún con carne, aún con letras y demencia) Yo en cambio, le temí siempre a la locura y nunca quise ser poeta...
Primavera.
Lachine, Montreal. foto E.Remolina
Archivo del blog
-
▼
2008
(42)
-
▼
septiembre
(18)
- Penar con sabor a bolero.
- Por las noches te miro a ti y miro a ambos;A tus o...
- Saber que se pierde
- Vamos a sacar la libreta y el alma.
- Vamos a hacernos empresarios.
- Y ella
- La creación del poeta
- Reflexiones.
- Y que me importe un bledo
- Y pienso.
- ¿Qué de peligro tiene un poeta?
- Fuego.
- Al poeta
- Telediario.
- Más breves
- Dos breves.
- Jugar con el alma
- Si vienes
-
▼
septiembre
(18)
Amanecer en el Sahara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario