Primavera.

Primavera.
Lachine, Montreal. foto E.Remolina

martes, 16 de septiembre de 2008

Y que me importe un bledo

Y que me importe un bledo tu beso o aquel o el de aquella
Y que me cubra el alma de sellos mojados con penas
Y que me bese otro, o ella, o tú, o ninguna
Y que me quede sola con letras, papel y con pluma

Y que me muera de hambre y que te llore a gritos
Y que me guste el llanto y que me sobre un vino
Y que me pierda en noches sin sueño en delirio
Y que me busque en ojos sin hallar suspiro

Y que me corte un brazo y te acaricie el pelo
Y que me arañe el alma por alcanzar el cielo
Y que me muerda el labio por verte de frente
Y que te dé un balazo y te recuerde siempre

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno!
Te felicito. Hermoso poema, de los que me gusta leer en pluma de mujer. Gracias.

Te saludo cordialmente.

Dámaso Pérez dijo...

Hola.
Gracias por visitar mi blog. Inspirado por tí me animé a publicar un par de mis antipoemínimos en mi blog, a ver si te das otra vueltecita y vez qué te parecen.
PD:le falta un acento al dé (Y que te de un balazo y te recuerde siempre):)

Rojo Buendía dijo...

Es como la 5a vez que regreso a leer este texto, chingado, sabes que se esta convirtiendo en uno de mis poemas favoritos¿?

Carajo, saca un libro para correr a que me lo autografies, sax¿?

Puedo hacer un cartel con él¿?
anda, di que sí me autorizas, juro no lucrar con el, pero es que carajo, me remueves desde el tuetano con esto, jooder

Sobre yo y mi otro yo.

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Amante nómada de lo absurdo, la vida y las letras.